Ahora que estamos confinados en casa, atendiendo a las restricciones establecidas por el decreto del estado de alarma en nuestro país, buen momento para poner en práctica una serie de enseñanzas que ofrece el deporte del golf, caracterizado por fomentar valores tan importantes como el esfuerzo, el autocontrol y la disciplina, de enorme valor para superar la complicada situación a la que nos enfrentamos en este momento.
Publicamos a continuación un artículo elaborado por el psicólogo deportivo de la RFEG Óscar del Río, donde establece las claves para entrenar la fuerza de voluntad en el ámbito del golf, pero asimismo válido para el día a dia de cualquier de nosotros.
ARTÍCULO
Colocamos la bola en el tee de salida y nos disponemos a dar un buen golpe con el driver. Situamos la bola en calle, caminamos hacia ella y nos preparamos para repetir la acción, esta vez con un hierro con la intención de llevar la bola hasta el green. Conseguimos en objetivo y sacamos el putter de la bolsa. Nos concentramos y, tras dejar la bola dada, embocamos en el hoyo para anotar el par en la tarjeta.
Esta es la visualización del desarrollo y culminación de un buen hoyo, el objetivo de todos los que juegan al golf. Detrás de estas acciones se encuentra el talento, el empleo de un significativo número de horas de prácticas y la voluntad, la fuerza de voluntad, la que lleva a que esta suma de movimientos se produzca de forma natural.
¿Qué es tener fuerza de voluntad?
. Afrontar las diferentes situaciones que van sucediendo en el entrenamiento y en la competición de forma eficiente y positiva, sin arrugarse, sin quejas, afrontando esas situaciones con determinación, siendo capaz y teniendo la calma necesaria para buscar las mejores soluciones a esas situaciones y sin dejar que pensamientos negativos o limitantes invadan la mente.
. Capacidad de adaptarse a las situaciones que se van presentando ya sean desfavorables (malos resultados, dificultades, obstáculos, etc.) como situaciones favorables (ir 5 bajo par a falta de 4 hoyos, estar en los puestos de cabeza del torneo, etc).
. Afrontar de forma correcta retos y desafíos: capacidad de ver en cualquier situación del entrenamiento o competición como un reto y desafío, no tanto como un obstáculo, dificultad o “injusticia”, “no me lo merezco”, “mala suerte”.
. Capacidad de superar mentalmente situaciones adversas, no dejarse llevar por la comodidad, por lo fácil.
. Capacidad de esforzarse sin recompensas o premios inmediatos. Capacidad de seguir luchando y peleando por un objetivo a pesar de que no haya recompensas cercanas a la vista. Ser capaz de esforzarse y trabajar pensando en recompensas a largo plazo, capacidad de demorar el logro de recompensas.
. Capacidad para tolerar la frustración, de no conseguir lo que se desea y por lo que se lucha y afrontar esa frustración de forma eficiente y a modo de revulsivo para seguir entrenando y trabajando.
. Capacidad de aceptar las situaciones, ya que son como son y no se pueden cambiar, sin quejas ni excusas, para afrontarlas positivamente y con determinación.
. No dejarse llevar ni arrastrar por la comodidad. Esto es lo que hay que hacer bajo presión: no nos sentimos cómodos y debemos de seguir haciendo lo mismo, tener pensamientos y actitud de ir hacia delante en vez de dejar que nos invadan los pensamientos de miedo a que no nos salgan las cosas, saber plantarle cara a la comodidad, a los pensamientos que no nos ayudan a afrontar con determinación las diferentes situaciones que nos van sucediendo.
¿Cómo se entrena la fuerza de voluntad?
. Creando situaciones adversas en el entrenamiento o aprovechando las circunstancias como condiciones climáticas, mal estado de los greenes, juego lento, etc, donde el jugador tenga que mostrar su capacidad de adaptación a esas circunstancias, donde tenga que “tirar” de su fuerza de voluntad ya que la situación invita a dejarse llevar, a buscar excusas, a no esforzarse, etc.
. En estas situaciones adversas es donde se ve la fortaleza mental de un jugador, si sucumbe a las primeras dificultades o por el contrario es capaz de afrontar con determinación esas situaciones, que asimismo pueden ser situaciones de buen resultado en los últimos hoyos, de soportar correctamente la presión. Se trata de trabajar una actitud de determinación y “empuje” en cualquier situación, sea buena o mala, y que esta actitud se convierta en un hábito.
. Que no sean las circunstancias quien determine la actitud del jugador, sino que la actitud del jugador sea la misma en las buenas y malas, es decir, que sea su actitud habitual (hábito).
Creando situaciones adversas en el entrenamiento
Estas situaciones del entrenamiento adversas y complicadas pueden venir generadas por:
. Condiciones climáticas (jugar a las 8 de la mañana con frío, por ejemplo).
. Nivel de exigencia en cuanto a resultados a conseguir con consecuencias “desagradables o incómodas” para los jugadores. Por ejemplo: Rueda desde X distancia hay que embocar X bolas. Si no se hace, consecuencia negativa como arreglar 10 piques del green de approach, rastrillar bunker, recoger material, etc. Y siempre sin queja y afrontando con determinación la no consecución del reto y sus consecuencias.
. Por intensidad del entrenamiento: someter al jugador a un entrenamiento intenso, afrontándolo de forma positiva, sin quejas, sino todo lo contrario.
. Evidentemente, hay que ver la frecuencia, el momento y la intensidad de las situaciones desfavorables a las que se enfrentan los jugadores.
La clave del éxito del entrenamiento
. Fundamental: que los jugadores/as comprendan el sentido del entrenamiento, las ganancias que les va a reportar el afrontar estas situaciones de esa forma (fortalecimiento del carácter, ser fuerte mentalmente dentro y fuera de la competición, mayor capacidad de trabajo y de soportar entrenamientos exigentes, todo ello básico para alcanzar el alto rendimiento), los motivos del por qué se les somete a este entrenamiento.
. Si los jugadores afrontan esas situaciones pensando que no tiene ningún sentido jugar a las 8 de la mañana con frío, que se les obliga a jugar a esa hora para “fastidiarles” o cosas similares, evidentemente la forma en la que van a afrontar esas situaciones va a ser negativa, de abandono e incluso de mala gana.
. El problema es que este tipo de actitudes se convierta en un hábito muy fácilmente y acabe generalizándose a cualquier tipo de dificultad, por pequeña que sea, ya que no están acostumbrados a enfrentarse de forma óptima a los problemas y situaciones.
. Jugar a las 8 de la mañana con frío y ser fuerte mentalmente es afrontar esa situación y no dejar que te gane mentalmente: llevando la ropa óptima y todo lo necesario para afrontar la situación y sentir el reto de hacer los menos golpes posibles en esa situación complicada.
. Que la recompensa sea “simplemente” ser cada vez más fuerte y mejor mentalmente. Demostrarse a uno mismo que se tiene carácter, que no se arruga a las primeras de cambio y que la situación no le ha vencido, ni se ha quejado del frío ni una sola vez. Simplemente ha afrontado la situación de la mejor manera posible.
. “Tienen demasiadas facilidades, se lo ponemos demasiado fácil todo y no valoran nada”, es uno de los comentarios que solemos hacer algunas de las personas que estamos alrededor de los jugadores y con la que estoy 100% de acuerdo. La facilidad para conseguir cosas, sin ningún tipo de esfuerzo o acción, no hace fuerte mentalmente a nadie.
Habilidades psicológicas implicadas
En el entrenamiento de la fuerza de voluntad –ser fuerte mentalmente– existen una serie de habilidades psicológicas implicadas sobre las que hay que trabajar para que los resultados sean los que se persiguen
. Motivación: “querer ser fuerte mentalmente” = motivación interna.
. Entrenamiento en “autodiálogos” de fuerza de voluntad: la tendencia natural de la mente es a buscar la comodidad y lo fácil, es una gran profesional en buscar excusas de todo tipo para acomodarse y no esforzarse. Por eso hay que saber enfrentarse mentalmente a las excusas y a la comodidad, generar pensamientos que generen emociones de determinación y que se impongan a los pensamientos de excusas, de comodidad, pensamientos débiles.
. Capacidad de concentrarse en la tarea, en la acción y no en las dificultades de la situación.
Por Óscar del Río
Psicólogo Deportivo RFEG