Luis Álvarez de Bohorques, figura clave en el desarrollo y profesionalización del golf en España, golfista y directivo de enorme prestigio vinculado a la RFEG desde 1966, con una relación asimismo intensa con el golf castellano y leonés, ha fallecido en Madrid a la edad de 80 años, víctima del coronavirus.
Vasco de nacimiento, madrileño de adopción y salmantino de vocación, Luis Álvarez de Bohorques residía de manera habitual en Salamanca en diversas temporadas del año, una decisión que ponía de manifiesto su cariño hacia esta tierra.
En el ámbito golfístico, promovió la celebración del Open de España Femenino en Zarapicos en las ediciones de 2002 y 2003, el Campeonato de España de Profesionales Masculino en 1998, así como diversas pruebas del Circuito Nacional de Profesionales dentro de la demarcación geográfica de Castilla y León.
Nacido en San Sebastián el 6 de noviembre de 1939, Luis Álvarez de Bohorques ocupaba en exclusiva el puesto de Secretario General de la RFEG desde 2006, responsabilidad ya asumida previamente durante el mandato de los diversos Presidentes con los que coincidió en el tiempo.
Con anterioridad, en este caso desde finales de 1980, asumió el puesto de Director Gerente en este mismo organismo federativo, una prolongada y al tiempo prolífica actividad de asistencia y asesoramiento a todos los órganos deportivos, de gobierno y representación de la RFEG.
Golfista de renombre en la década de los cincuenta y sesenta, cuando acumuló un palmarés significativo –campeón de España Infantil (1953 y 1954), campeón de España Absoluto por Parejas (1964, 1965 y 1966), ganador del Internacional de España Individual (1965) y por Parejas (1961), subcampeón de España Individual Absoluto (1963 y 1964)–, defendió en numerosas ocasiones los colores de los equipos nacionales antes de ingresar como vocal, en 1966, en la Real Federación Española de Golf.
Luis Álvarez de Bohorques pasó a ocupar la Vicepresidencia en 1971, dirigiendo expresamente el Comité Técnico de Aficionados. Con posterioridad fue miembro de la Comisión Permanente y del Comité Administrativo antes de, a finales de la década de los 80, compatibilizar los puestos de Secretario General y Director Gerente de la Real Federación Española de Golf, garantizando desde entonces la buena marcha económica y administrativa de este organismo federativo.
Impulsor en primera persona de la Copa del Mundo celebrada en el Club de Campo Villa de Madrid en la década de los sesenta y del Open de Madrid de Profesionales, Luis Álvarez de Bohorques contribuyó desde sus distintas responsabilidades al crecimiento del deporte del golf en España durante estas últimas cinco décadas.
Mención especial para la estrecha relación establecida con los sucesivos Presidentes a los que fue asesorando a lo largo de los años –Luis de Urquijo, Juan Antonio Andreu, Juan Manuel Sainz de Vicuña, Juan Castresana, Luis Figueras-Dotti–, y muy especialmente con Emma Villacieros –Presidenta de la RFEG entre 1988 y 2008– y, posteriormente, con Gonzaga Escauriaza, actual Presidente de la RFEG, con quien siguió ejerciendo en todo momento de mano derecha para seguir asesorando e impulsando infinidad de proyectos.
Caracterizado por su honestidad y fidelidad, Luis Álvarez de Bohorques poseía una memoria prodigiosa que ponía de manifiesto en todas las ocasiones en las que era consultado para conocer hasta el más pequeño dato relacionado con el golf español.
Su pasión por este deporte, que ha formado parte intrínseca de su vida desde su niñez, le llevó a promover en los últimos años la edición de tres volúmenes de la ‘Historia del Golf en España’ para, según sus palabras, honrar a quienes nos han hecho grandes, un deseo del que él mismo forma ahora parte.
Madridista hasta la médula, su afición le llevaba a agasajar de forma permanente al conjunto de empleados de la RFEG con sus famosos churros para el desayuno cuando se producía la victoria de su equipo, una anécdota interna que traspasa ahora fronteras para poner de manifiesto la generosidad y afabilidad de una persona entregada y apasionada con todo aquello que tuviera que ver con el golf y con la RFEG, a la que consideraba parte, asimismo según sus palabras, de su familia.
Sus innegables méritos como directivo brillante y clarividente –fue asimismo Presidente del RCG Puerta de Hierro y, durante toda su vida, alma mater en el Real Golf Club de Zarauz–, con una dimensión que sobrepasó al ámbito del golf para alcanzar al conjunto del deporte español, fueron reconocidos en su momento, al margen de con otros muchos galardones, con la Medalla al Mérito Deportivo, en su categoría de Plata, y la Medalla al Mérito en Golf de la RFEG.
Todos los miembros de la Federación de Golf de Castilla y León, profundamente conmovidos, expresan sus más sinceras condolencias a familiares y amigos. Descanse en Paz, D. Luis.
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